Mes de Agosto
A los sones de una preciosa canción en la
garganta de Antonio Machin, se rompía la noche de Cádiz desde el Cortijo de los
Rosales.
Este rinconcito tan recordado por los gaditanos de la época, estaba situado en el Parque Genovés detrás de la cascada.
Acogedor rincón por donde pasaron los mejores artistas de esos años, Antonio Machín, Los Suramericanos, Raphael, Joan Manuel Serrat, toda la crema de la canción para una noche de verano. Los que no podían asistir a los conciertos pero gustaban de escuchar las canciones, aprovechaban los alrededores del recinto para oir sus canciones preferidas.
Acogedor rincón por donde pasaron los mejores artistas de esos años, Antonio Machín, Los Suramericanos, Raphael, Joan Manuel Serrat, toda la crema de la canción para una noche de verano. Los que no podían asistir a los conciertos pero gustaban de escuchar las canciones, aprovechaban los alrededores del recinto para oir sus canciones preferidas.
Precisamente en estos días se le está
haciendo un homenaje al impulsor y alma de este establecimiento durante tantos
años, Antonio Martin de Mora.
Años más tarde las noches de verano
eran de verbenas para los barrios más populares, fiestas en los barrios y
concursos de patios adornados, daban un aire festivo que parecían refrescar las
noches. Por estos años ya no se celebraba la Velada de los Ángeles, una fiesta
que años atrás tuvo una repercusión importante en el ciudad.
Los actos programados para el verano
terminaban con la celebración del Trofeo Ramón de Carranza, que por aquellas
fechas tenían una importancia especial, hasta el punto de tener programados
varios actos sociales, deportivos y públicos al calor del mismo y donde acudían
los mejores equipos de España y extranjeros.
Por la cercanía al estadio en el
barrio de La Laguna ,donde todavía no existían edificaciones, se ponían a esperar
muchas familias la salida de sus allegado de los partidos de fútbol o
simplemente paseaban por ver el ambiente que se respiraba en la zona, pero
normalmente acompañadas de sus bocadillos de tortilla y bebida.. Este acto
daría paso a las tan famosas barbacoas en la playa. Más tarde llegó el desmadre
de esta fiesta playera con quema de muebles, barbacoas y bebidas hasta el
amanecer. Poco a poco se fue imponiendo la razón y dio como resultado que fuera
desapareciendo a día de hoy.
Recuerdo el peregrinar de muchas personas
que acudían a la calle Columela, donde en uno de los escaparates de la tienda
de Benito del Moral, segundo alcalde y organizador del trofeo, exponían todos
los trofeos y banderines que se entregarían durante los actos oficiales, las aglomeraciones
para ver los trofeos eran importantes.
Terminar los actos del Trofeo
Carranza y comenzar coloquialmente el invierno en la ciudad era todo una,
septiembre se presentaba con todos los ingredientes propios del mismo, trabajos,
colegios, actividades en los centro oficiales, en definitiva una vida normal.
Saludos a tod@s
“El lujo es dañoso, porque multiplica
las necesidades de la vida,…..
José Cadalso
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