Aires Caleteros
Los que hemos tenido
la suerte de nacer cerca de la caleta, yo en el barrio de San Lorenzo, estudiar
en el Colegio de la Viña, bañarme muchos días en sus aguas, pasar mi juventud
en la calle de la Palma, tenemos metidos los aires caleteros en los cinco
sentidos,
Asomarte cerca de unas
colleras, bien sea cerca de la caleta, o campo del sur, las playas, o cortadura,
es percibir rápidamente el olor a mar, a sal, a algas, a yodo. Olores
penetrante que no se si los demás lo perciben, pero que yo los derrito en mi
mente.
Todos tenemos unos
recuerdos de nuestra niñez y juventud que solemos almacenar con bastante
exactitud. En mi caso este rincón de Cádiz me llena de alegría al pensar en él.
Recuerdo que con siete años me operaron de amígdalas en el Hospital de Mora,
hoy Facultad de Económicas, y también recuerdo que mi admiración por el deporte
del baloncesto también nació en este rincón.
Mis estudios fueron
allí, parte de mi formación religiosa, ética, moral, etc., también la recibí allí
y mis cantos de juventud también los aprendí cerca de sus aguas.
Hablando de cantos,
recuerdos que un pequeño grupo de amigos teníamos formado una pequeña rondalla
donde al cerrar la noche hacíamos nuestros pinitos en las casapuertas donde nos
lo permitían. Las canciones del trió Veracruz, los Tres Sudamericanos, Machin y
un largo etc. volaban haciendo el disfrute de este grupo de amigos y la
satisfacción de las quien las escuchaban, mayoritariamente jóvenes féminas que
les encantaban. Más tarde aquello se convirtió en un grupo mucho mayor y perdió
la esencia de las casapuertas con los serenos avisándonos que se acercaban las
doce de la noche y a dormir.
Todo ocurría por ese
rincón pobre, marinero, defensor de sus tradiciones, su virgen de la Palma y su
Cristo de la Misericordia adorado el Lunes Santos de cada Semana Santa. Y su
carnaval, número uno por encima de toda celebración, que puede comparar con el
de Brasil o Uruguay con todas sus diferencias, pero con el mismo entusiasmo.
Salí del barrio contrariamente
a lo que se podía esperar para encontrar pareja, gracia a la gran amistad de un
amigo que sin saberlo ni él ni yo, me llevó hasta la que es mi esposa y madre
de mis hijos, todo una suerte en la vida, a ella debo la felicidad que vivo
hoy.
Abrazos para tod@s.
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