domingo, 11 de junio de 2017

              



Plaza de la Jara. Iglesia de San Antonio, foto tomada de la web



Caballas caleteras

Caballa,  caballa….. las llevo de a kilo y mayores, vamos niña la caballa fresca y gorda,  caballa, caballa…

En una tarde de verano, con un pequeño aire de poniente y tendido en mi primera azotea, llegaban esas voces de caleteros intentando vender su producto, paraban en cada esquina del recorrido esperando que algún vecino/a acudiera a su invitación.

Tiempos de “caballa asa” con mucho picadillo que se decía, hoy esas caballas caleteras son pocas y caras, degustarlas tiene su precio, los buenos restaurantes tienen su pedido hecho para satisfacer el gusto de sus clientes, el resto de las pescadas se intenta vender como se pueda.

Me asomé al pretil y vi a dos hombres cargando con su  tarima, cubo de agua para refrescar la mercancía  y las pocas caballas que les quedaban, posiblemente se dirijan para su barrio de la Viña.

Al mismo tiempo sonaban las campanas de la Iglesia de San Antonio, desde mi azotea se ven perfectamente las dos torres tan vistosas que tiene la iglesia,  fue edificada sobre la antigua ermita de San Antonio en el Campo de la Jara.

Estando en la plaza de San Antonio podemos recordar algunos de sus edificios más notables. Todo apunta que a partir del año 1656 se empezó a urbanizar esta zona, el barrio del Populo estaba poblado completamente y tenían que buscar otra lugar.

Pensaron que este lado de la ciudad podía ser la zona noble, ya que reunía todo el atractivo para la expansión que necesitaban, terreno y jardines.

Esta zona del campo de la Jara era por aquellos tiempos los extramuros de la ciudad, lo primero que pusieron fue la ermita, cerca se encontraba el pozo de agua dulce que abastecía de agua a la ciudad.

Es una plaza completamente cuadrada ideal para todo tipo de acontecimientos de multitud de personas, ni un solo árbol, ni fuente, ni cualquier otro elemento que pueda entorpecer la estancia de personas o exposición.

Uno de los pozos existentes, parece que fueron tres en la plaza, enviaba agua a la fuente de Hércules en la Plaza de San Juan de Dios para el abastecimiento de los buques allí fondeados.

En uno de sus edificios estuvo ubicado el Café Apolo, célebre en los años de 1800 por las reuniones que tenían en él la clase política.

La plaza la encontramos llena de palacetes de diferentes estilos, la finca con el nº. 1 también es un palacete en este caso construido en 1910 por Juan Cabrera Latorre para el banqueo Aramburu de Mora, siendo sede de la Banca Aramburu Hermanos.

No muy lejos se encuentra el Casino Gaditano, según la Guía de Arquitectura de Cádiz, Casa del marqués del Pedroso, Palacete Isabelino con detalles historicistas, decoración neomudéjar  en el patio, la fachada de Juan de la Vega.

El interior del edificio es una joya arquitectónica. Desde el patio, escalera y corredores. Su construcción llamó mucho la atención por su hermosura, hoy sigue como  punto de reuniones y encuentros de todo tipo. Su preciosa biblioteca contiene un patrimonio documental y bibliográfico  de gran valor como fuente de investigación, se le calculan unos 10.000 volúmenes.

En el nº. 14 se encuentra la “Casa de Pemán”  donde vivió  muchos años el escritor gaditano. Muy cerca está la Entidad Bancaria "Unicaja", en su parte trasera se estableció el “Monte de Piedad de Cádiz” de diferentes recuerdos para muchas familias de Cádiz.

En el nº. 10 hay una placa para recordar que en ese lugar el día 4 de marzo de 1812 se instauró la Lotería Nacional Española.  En plena Guerra de la Independencia el ministro del Consejo y Cámara de Indias, pensó en un medio para aumentar los ingresos públicos, ya que las arcas del estado estaban vacías por la guerra.

El ministro presentó en las Cortes de Cádiz el mismo proyecto que funcionaba en Nueva España, hoy México, sobre Loterías del Estado, le fue aprobado en noviembre del año 1811. 

Desde esa fecha se han celebrado en Cádiz tres sorteos, el 4 de marzo del año 1969 como homenaje al sorteo número 5.000, en 1987 celebrando el 175 aniversario de su creación y por último el 6 de enero del año 2012 conmemorando el bicentenario de la Constitución de 1812.

Como no dedicarle una mañana a esta plaza tan llena de historia, bajaremos de la azotea para sentarnos en uno de estos bancos que rodean la plaza y se la dedicaremos.

Cuando vuelvo a la azotea no hay ni rastro de los caleteros, pero su pregón llega hasta estos días en mi memoria, caballa, de a kilo y mayores, caballas…

Abrazos a Tod@s

No es la edad, sino la actitud lo que nos hace jóvenes. Antonio Gala





4 comentarios:

Caminante

Caminante Nunca me hubiera yo imaginado escribir 50 blog,perdón, ni uno .Escribir nunca ha sido lo mio , pero saltó esta oportunidad...