Colegio la Salle Viña
Colegios
Hace unos días vi
entrar a los niños en sus colegios. Para unos no sería la primera vez, pero
para otros sí. Iba a hacer una gestión y tuve que pasar por dos o tres de
ellos. Los chicos estaban esperando para entrar, y aquello rebozaba alegría,
murmullo, juventud, futuro, todo lo que una sociedad puede esperar de nosotros
cuando somos niños.
Yo no recuerdo el
primer día que entré en el colegio, pero si toda la gestión que mi madre tuvo
que hacer para encontrar el colegio que quería para mí. Desde los tres o cuatro
años ella me había apuntado en lo que hoy
llamamos guardería infantil, un pequeño local frente a nuestra casa
donde aparte de cuidarte, te iban
inculcando en el estudio y preparándote el ingreso para un colegio que luego te
guiaría durante muchos años.
Como en estos tiempos,
pero en aquellos muchos más, los padres intentaban que fueras al mejor. Las
recomendaciones para tal o cual colegio eran más necesarias que ahora, y sin
ellas difícilmente podían meterte tus padres en el colegio por ellos deseados.
En nuestro mismo
edificio vivía un sacerdote con mucha influencia sobre el obispado, a él se
encomendó ella para esta gestión. Cierto día este señor avisó a mi madre para
que acudiera junto conmigo al Colegio de la Viña, tenía una entrevista con el
Sr. Director.
Esas fotografías, que
se te quedan clavadas en la mente y que por muchos años que pasen no se borran,
es la que yo tengo con la presentación ante este Sr. en un despacho amplio y
bien acondicionado. La entrevista se efectuó en el tono esperado y fui admitido
en el colegio.
Los ocho o diez años
que permanecí en el colegio como estudiante y otros tantos como antiguo alumno fueron inolvidables. Disfruté de muchos amigos y de mi deporte favorito, el baloncesto.
Con los años, el
cambio social y de domicilio, junto con las horas ocupadas por el trabajo,
fueron enfriando por mi parte los vínculos que tenia con esta entidad y todos
sus componentes.
Saludos a tod@s
Hay que
tener cuidado al elegir a los enemigos porque uno termina pareciéndose a ellos Jorge
Luis Borge
Manuel yo recuerdo que mi madre me dijo que ella intento meterme en las carmelitas y no pudo porque mi padre era ¡carpintero¡ que fuerte verdad BESOS
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