Embarcadero de las
bodegas
Recuerdos
De los recuerdos de niñez y juventud
en mi azotea de intramuros, voy pasando a los de madurez en las dos últimas azoteas. Los recuerdos no
son del todo fiable, pero con la ayuda de libros, internet y otros medios de
información se puede conformar la historia.
Recuerdo mis años de aprendizaje,
primero en un pequeño colegio para edades comprendidas entre los cuatro o cinco
años, que servía de formación y preparación para la entrada a los seis años en
un colegio superior donde se impartían mayores asignaturas.
Afortunadamente pude ingresar en el
Colegio de los Hermanos de la Doctrina Cristiana en su centro de la Viña. Por
aquellas fechas los Colegios Públicos dejaban mucho que desear, la posguerra y
la situación económica unida a factores políticos hacían de este colegio el
mejor para la clase trabajadora. Allí efectué durante algunos años mi formación
de toda índole, religiosa, ética, moral, etc.,
al cabo de los cuales empecé a formarme en la vida de la calle. Mi vinculación
con el colegio duró algunos años más, hasta que mi vida fue cambiando a otros
derroteros. Siempre les estaré agradecido por sus enseñanzas.
Llego a extramuros y mi mundo es
otro. A la construcción de viviendas se le une la decadencia industrial de la
zona, fabricas que ya no tienen sentido por una u otra causa van dando paso a
la nueva construcción de viviendas. Pero recuerdo una a punto de desaparecer en
esos años, la bodegas “Lacave y Cía.”.
Su fundación data del año 1810 por parte del francés Pedro Lacave Miramont. Era
una empresa vinícola que elaboraba sus productos en la ciudad y por derecho
propio fue incluida en el marco de Jerez.
Levantó un embarcadero a las puertas
de su bodega, donde hoy es la avenida Segunda Aguada, allí recepcionaba las maderas llegadas del norte
de Europa para su posterior distribución en las toneleras de la provincia. Desde la Segunda Aguada hasta el embarcadero
de Puntales, había una línea del tren particular que atravesaba la bodega.
Hasta la llegada del soterramiento de
la vía ferroviaria, en esta estación se realizaba la carga o descarga de productos para los almacenes
todavía existentes en la zona.
Todo esto formaba una novedad para
mí, acostumbrado a mis calles del Cádiz antiguo, donde el trato personal era
más caluroso. Aquí era más distante.
Saludos a tod@s
Hoy los platillos volantes se ven,
volante por todas partes….Coro Los bichitos de luz 1955
.
yo eso no lo recuerdo, pero si doy fe pues las vias del tren que recogias esas mercancias siguen estando en la avenid segunda aguada, tapada por el asfalto. Me ha encantado. BESOS
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