En la Segunda Aguada
Cincuenta años viviendo
en la zona de la Segunda Aguada dan para muchos recuerdos. Con muy poco que
leas sobre el lugar tienes casi montada su historia, no necesitas asomarte a ningún pretil para
recordar, lo llevas dentro de la mente.
El Cementerio de los
Ingleses, las fábricas de Gas y “Ramoneda Hermanos S.A.”, forman un conjunto
para el recuerdo. Las tres estuvieron pegadas una a la otra en la zona del
apeadero de Ferrocarriles, y las tres han desaparecido.
El Cementerio de los
Ingleses nace en Cádiz según un documento recibido en el Ayuntamiento en el año
1832. Dicho documento procedía del
Gobierno Militar y se indicaba que habían sido cedidos al cónsul de S.M.
Británica unos terrenos con retamales en la zona de extramuros, para que sirvan
como cementerio de los ingleses protestantes.
En las Guías oficiales
de Cádiz de Rosetti de 1876 y 1904, se dice que entre la Segunda Aguada y San
José se encuentra el cementerio inglés. Adquirido y bien cuidado por el Sr.
Brakenbury, para poder enterrar los cuerpos de herejes, que antes se hacían en
la orilla del mar en su bajamar.
Constaba que muchos habitantes de la ciudad, que no profesaban la fe católica,
fueron enterrados en este cementerio.
En el año 1976 visitó
la ciudad el embajador de Gran Bretaña para proceder a la entrega de los terrenos
al Ayuntamiento de Cádiz. En el año 1980 se procedió al cierre definitivo del
cementerio, pasando a ser los terrenos un parque público, llenándose sus
alrededores de viviendas.
Dos fueron las fábricas
de gas que se instalaron allí. Una llamada “Gas Lebón”, provenía de estar en la
plaza de la Merced, la otra de nueva instalación.
Un grupo de
comerciantes e industriales, por el año 1884, deciden unirse para formar una
cooperativa, ya que consideran abusivo los precios impuestos por la compañía
establecida, intentando así romper el monopolio. Después de muchos
inconvenientes consigue la instalación de la nueva fábrica, encendiendo sus
primeras luces en el año 1886.
Estas dos fábricas
fueron luego las promotoras de ir generando la luz eléctrica en la ciudad y de
convertir la zona en un incipiente polo industrial.
Por último estaba “Ramoneda
Hermanos S.A.”, un importador de duelas de roble americano blanco y tonelería
mecánica, que se dedicaba a la fabricación de envases para vinos y brandys.
La fabricación de
toneles de diferentes tipos de madera daban un olor característico, propio de
cada una. Más tarde los diferentes tipos de envases eran trasladados a las
bodegas cercanas y desde ahí a las bodegas de la provincia.
Toda la zona esta
transformada hoy en jardines, viviendas y aparcamientos privados. El
soterramiento de la vía del tren contribuyó de muy buenas maneras a la actual
urbanización de la Segunda Aguada.
Saludos a tod@s.
“Esclavos son los hombres que necesitan señor”....
Blas Infante
como tu dices Manuel estos recuerdos lo tiene uno en la mente.y asomandome a la ventana viendo hacer los toneles. BESOSSS
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